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miércoles, 28 de febrero de 2007

Pedal y pedal

Sin que hubiera una razón especial, sino la simple intención de mejorar mis condiciones físicas, conservar la buena salud, ¡claro! y además tomando en cuenta que desde hace bastante tiempo ya no tengo veinte. He tomado la decisión de aplicar unos pequeños cambios a mi cotidianidad, por esto desde hace dos semanas, dejé descansar la moto y todos los días, sin escatimar, ni tomar en cuenta frío, viento, cansancio, flojera, fastidio o lo que sea, me estoy desplazando ida y vuelta al trabajo en bicicleta, esto representa hacer dieciocho kilómetros cada día, en dos tandas, nueve de ida y lo mismo de vuelta y la cosa va muy bien.

Es muy diferente salir esporádicamente en bicicleta, en paseos turísticos, a hacer picnic, sin presión de tiempo y con la única razón de pasar un rato agradable y sin estrés, y otra es “echarle piernas” por mas de cuarenta minutos, sin parar de pedalear y sin amilanarse, para poder llegar a tiempo al trabajo, es fuerte pero muy gratificante.

Me resulta muy estimulante saber que puedo desplazar mi humanidad, con la simple, pero potente tracción de mi par de piernas. Esto me hace sentir que casi no hay límites, que puedo llegar hasta donde me de la gana, solo con pedalear y querer seguir haciéndolo hasta llegar.

Cada día el viaje representa un pequeño reto de resistencia y fuerza, pues vivo en una zona de la ciudad que está en un pequeño declive, lo que se traduce en un ascenso en la ruta de ida, hay zonas en las que hay que apretar, cambiar la velocidad para mantener el ritmo y seguir sin aminorar la velocidad, aunque a veces sienta que no puedo más, hasta ahora nunca me he detenido, y allí precisamente creo que está el verdadero reto, no flaquear, darle duro, sin ver mucho hacia adelante, concentrado y escuchando buena música, ese es mi secreto y llego todos los días feliz al trabajo lleno de una energía renovadora y sintiéndome mejor cada día.

Cuando me desplazo en la bicicleta, en mi mente hiperactiva afloran recuerdos de sueños infantiles, y siento como si fuera un caballero, que armado de piernas, corazón y mi corcel de hierro, lucho contra el clima y las condiciones que tratan de vencerme, para impedir que logre mi objetivo. A veces la lluvia me golpea la cara, como miles de agujas, intentando encontrar dentro de mi, el origen de la fuerza y anularla. Otras veces el viento soplando en contra, logrando casi detener mi marcha, y cuando siento que ya no puedo más, de mi hipotálamo emanan ordenes imperativas, que hacen que saque de donde no las hay, fuerza y furia para continuar sin detenerme, retando y venciendo con descaro las poderosas fuerzas de la naturaleza.

jueves, 15 de febrero de 2007

Moon over Lange Straat



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El aire estaba muy enrarecido, el intenso olor a tabaco, mezclado con todos esos perfumes diferentes, de las galas de los enamorados del día de San Valentín, producía una inquietante lujuria aromática, un verdadero caos olfativo, que me hizo sentir limitada la libertad de respirar.

Pasada la media noche todo mejoraba, el aire ya se notaba un poco más limpio y las cosas estaban mucho mas tranquilas.

Después de este día de intenso trabajo en el restaurante, noté que en mi cabeza luchaban por aflorar un millón de pensamientos diferentes, que como en una espiral giraban ansiosos, intentando emerger de ese torbellino neuronal, para convertirse en ideas con forma.

Salí a respirar aire fresco, tenía una gran necesidad de paz oxigenada, me apoyé en la puerta, y mentalmente un poco mas sosegado, respiré profundo, abriendo mis pulmones a la terapia renovadora del aire fresco, de los escasos 4ºC que enfriaban la vida en ese momento.

Decidí caminar, siempre se respira mejor caminando, pensé; me desplazo hacia delante encontrando aire nuevo, y voy dejando tras de mi, el aire usado, en una permanente transmutación aérea.

Andando por las calles húmedas, que había dejado la lluvia, copiosa y densa de toda la tarde, miraba como todas las luces se reflejaban en los charcos, iluminándolo todo de manera diferente, en el suelo veía las marquesinas temblorosas de las tiendas y en ellas el reflejo de la calle, un verdadero derroche de luz tenue y suave, pero con vibrante brillantez metálica.

Cada vez que camino por calles mojadas de noche, irremediablemente se me incrusta en la mente la canción “Moon Over Bourbon Street” de Sting; así que, caminando empecé a tararearla mentalmente, al momento y sin darme cuenta me vi cantándola, suavecito, como no queriendo ser escuchado. Y, de la nada, como en una película, tratando de aclarar mis ideas, empecé a oírla, muy, pero muy bajo; con dudas. ¡No! No era mi voz, era como si alguien la estuviera escuchando, pensé que podía ser producto del cansancio, pero no, si se oía, y a medida que me iba acercando al restaurante, su potencia iba aumentando, aunque muy levemente, la situación me tenía un poco extrañado, y como en un sueño, me preguntaba, como era posible que alguien estuviera escuchando la misma canción que yo venía cantando, además, tomando en cuenta lo poco común de la pieza. Ciertamente muy inquietante esta prodigiosa casualidad.

Al girar en la esquina, vi que un poco mas adelante del restaurante, había un taxi esperando, seguramente a algún cliente, seguí caminando con curiosidad, y en una especie de comunicación extrasensorial, como tratando de decirme: ¡Epa, si, soy yo! El chofer se volteó hacia mi, me vio a los ojos, se sonrió y se volteó de nuevo, era él, el taxista, y por increíble que pareciera si estaba escuchando la misma canción.

Entré al restaurante un poco aturdido por lo inverosímil de la situación, casi de inmediato salí de nuevo, tratando de conseguir alguna respuesta, pero ya el taxi no estaba, ni se escuchaba música alguna. Entré de nuevo al restaurante, como sorprendido, buscando a alguien a quien contarle la situación tan particular que me acababa de ocurrir, luego me imaginé contándolo y me dije a mi mismo: No digas nada, que te van a ver raro.

martes, 6 de febrero de 2007

Blogueando ando

Atendiendo un invitación expresa de mi amiga Kira del blog k-minos, para que respondiera este "meme", aquí lo dejo.

1.- ¿Por que comenzaste a escribir un blog?

Hace mucho tiempo que escribo, lo hago sin pretensiones literarias y de manera absolutamente liberal. En mi época de estudiante universitario, llegué a hacer colaboraciones eventuales para varios periodiquitos universitarios, con cuentos cortos de corte humorístico.

Para mi escribir es una actividad netamente lúdica. Claro. ¿Pero de que sirve todo esto, si lo que se escribe no puede ser compartido? ¿Si nadie, además de uno mismo, puede leer lo que se escribe? Básicamente esta es la razón por la que escribo un blog, para compartir lo que escribo y retroalimentarme de los comentarios que dejan los lectores.

2.- ¿Sobre que temas escribes?

Mi blog es personal, y casi autobiográfico, en él publico mis escritos acerca de algunas vivencias actuales o pasadas. En algún momento me decanté por escribir a veces sobre la política de mi país, Venezuela, pero la acumulación de frustraciones sobre este tema, hizo que desistiera de abordar este tema. Me gusta impregnar mis escritos con un poco de humor y a veces también con sarcasmo, aunque me mueve mucho más la sencillez de lo humano y lo sencillo de la vida.

3.- Si la gente dejara de leerte y comentar, ¿seguirías escribiendo?

Si eso sucediera, creo que si seguiría escribiendo, pero haciendo también una revisión profunda, para tratar de averiguar porque ya no atraigo más la atención de los lectores y sus comentarios. Pienso que el hecho de que te lean y que te comenten, es el gran estímulo para seguir blogueando.

4.- ¿Crees que al escribir un blog debe seguirse algún tipo de ética?

Claro que si, pienso que esta idea debe ser promovida, todos los blogs deberían tener una especie de código de ética, que norme su compromiso con la moral, la honestidad y la responsabilidad en todos los post.

En mi caso particular, para cumplir con estos principios y valores básicos tan importantes, aplico en mi blog un “manual de estilo intuitivo”, o sea un conjunto de normas básicas, sencillas y fáciles de seguir.

Entre estas normas están las siguientes. • Evito hacer “cut&paste” de diarios o revistas, y si lo hago, es solamente para hacer una referencia necesaria. • Trato de que la totalidad del material que publico sea escrito por mi mismo. • Nunca dejo de poner los créditos del material de terceros. • No publico fotos de terceros, a menos que sean de dominio público o que expresamente permitan su uso través de licencias “Creative Commons”. • No escribo posts en contra de nadie, a menos de que se trate de una personalidad pública y por esto susceptible de ser criticada, aunque siempre lo hago con respeto. • Utilizo español correctamente escrito, tratando de no usar malas palabras. • No uso titulares ni noticias amarillistas o deshonestas para lograr atención o aumentar el número de visitas.

5.- ¿Crees que formas parte de una comunidad? ¿Por qué?

Por lo menos en mi caso, yo veo esto de bloguear como algo muy individual, pero si creo formar parte de una comunidad, por lo menos la más evidente, la comunidad de blogueros venezolanos en el exterior.

6.- ¿Tienes algún grupo cercano de blogueros con el que te podrías poner de acuerdo para lograr algo?

Bueno, viviendo en Holanda, no lo creo, aunque siempre existe la posibilidad de que suceda. Varios de los blogueros que están aquí ya son amigos míos, pero de allí a ponernos de acuerdo para lograr algo, pues bueno, no lo se. Aunque las posibilidades no están cerradas, creo que somos muy pocos. Aunque si hablamos de la comunidad de blogueros venezolanos en el exterior, ya serían otras palabras, pues esta es una comunidad muy numerosa y en plena expansión.

7.- ¿Crees que los blogs van a cambiar/están cambiando algo en las sociedad/mundo político/etc.?

Claro que si, los blogs están cambiando muchas cosas. Estos le han dado un enfoque totalmente diferente a la información que pulula en la red, dándole en muchos casos enfoques muy personales e intuitivos, que nos permiten ver las cosas de manera diferente. En muchos casos los blogs nos han dado información importantísima de primerísima mano, antes que los medios convencionales, esto es muy importante y ya han habido innumerables casos muy notables.

También en las comunidades de blogueros se han desarrollados cadenas de ayuda a personas enfermas o para conseguir donantes de sangre, logrando verdaderos éxitos.

Muchos autores de blogs, nos muestran sus experiencias, sus poemas, sus formas de ver la vida y esto es algo absolutamente nuevo, o sea los blogs han permitido a mucha gente mostrarse y dejar que otros puedan conocer experiencias ajenas, sintiéndolas como propias, dando además la opción de opinar a través de los comentarios, y esto es una verdadera revolución.

Los blogs se están haciendo tan importantes, que últimamente han aumentado mucho los casos de plagio de bloggers, por medios de comunicación convencionales, produciendo reacciones entre los blogueros, a veces desmedida y exageradas por proteger la propiedad intelectual de los autores afectados.

8.- ¿Qué te gustaría poder hacer dentro de la red para profundizar lo que haces con el blog y por que? ¿Podcasts/videocasts, comunidades, wikis, redes sociales, etc.?

La verdad es que el blog ya me quita bastante tiempo, creo que por lo pronto me dedicaré exclusivamente a mi blog de manera convencional, luego, si es posible me gustaría hacer algún podcast.

Como este meme, tiene una intención de masificación bloguera, y como el siete es un número absolutamente mágico, le pasaré el testigo a mis siete amigos de los siguientes blogs, esperando que esta tarea no los incomode mucho.

Waiting for Godot
Casi en Serio
Mil Orillas
Taniquenil
Así pienso tu que dices
Azules
El blog de RomRod

viernes, 2 de febrero de 2007

Hoyitos en las medias

Ayer leyendo el diario “AD Utrechts Nieuwsblad” me encontré con una noticia, que como primera impresión, me dejó con los ojos pelados como dos huevos fritos e inmediatamente después, no podía contener el ataque de risa que me produjo imaginarme la situación.

Le ocurrió a Paul Wolfowitz, quien en una visita oficial a Turquía, fue invitado a la mezquita Selimiye que data de la época de los Otomanes, en Edirine, ciudad de este del país. Evidentemente el amigo Paul, no se preparó adecuadamente para esta importante invitación y al quitarse los zapatos en la entrada de la mezquita, cosa que deben hacer todas las personas que ingresan a ella, Paul, dejó al descubierto sendos huecos en sus elegantes calcetines grises. Como pueden ver en la imagen.


(click para ampliar)

Evidentemente que lo noticioso de la situación no es lo de los huecos en las medias, pues esto no es una gran cosota, a cualquiera le puede ocurrir. Claro lo que pasa es que el amigo Paul Wolfowitz, norteamericano de 64 años, es el actual presidente del Banco Mundial.

No puedo evitar al ver la imagen del pobre hombre con sus mediecitas que dan pena, preguntarme:

Paul, ¿En que estabas pensando esa mañana al vestirte para una visita oficial a una Mezquita?