Hablando con Luciano, mi amigo del restaurante San Giorgio, al frente de mi trabajo, de repente me preguntó si conocía a Gino Vannelli, claro que si lo conozco, escucho a Gino desde el año de 1973, cuando salió al mercado su primer lp, de esos negros, grandototes de acetato, y de allí en adelante he seguido con sumo interés su carrera, hasta su último cd en 2003.
Gino Vanelli es uno de mis músicos favoritos, tiene un estilo, muy jazzístico, gran vocalización, riquísima percusión y los mejores teclados que había escuchado hasta ese momento, claro, salvando las diferencias de estilo y excluyendo al genio de los keyboards Rick Wakeman del grupo Yes.
En los años 70 los lps de Gino Vannelli eran muy difíciles de conseguir en Venezuela, pero no había problema, pues mi amigo de toda la vida Williams Sarmiento, y a quien por cierto, últimamente le he perdido la pista, como vivía en New York, cada vez que venía a Caracas, lo hacía bien apertrechado con los lps de la época que no se conseguían en Caracas, como los de Deodato, Gato Barbieri y, claro, los de Gino Vannelli, los dos éramos fanáticos del músico y nos regodeábamos con su música en nuestros frecuentes viajes a Caruao.
A todas estas Luciano, ¿y esa pregunta? Bueno Miguel, ya te voy a decir porque, espérame que ya vengo, fue hasta la caja registradora, tomó el libro de reservas y me mostró esto:

Al ver esto los ojos me quedaron como dos huevos fritos, le dije ¿en serio, es verdad? No, no estoy muy seguro aún, tengo que cerciorarme, no confío mucho en esa reserva, pero si la hicieron así, específicamente para el celebrar su cumpleaños, seguro que esta correcta, le dije. Miguel, yo me lo voy a tomar con un poco de calma y me voy a asegurar, cuando lo esté te lo digo, a los dos días lo había comprobado, Gino Vannelli cenaría en el San Giorgio y yo lo iba a ver. Luciano, le dije, me tienes que invitar para verlo, claro Miguel desde ya estas invitado, recuérdalo, el 16 de junio.
Ese día María, quien rápidamente se había anotado para ir a ver a Vannelli, habíamos estado tan ocupados en el centro, haciendo un montón de cosas, que nos habíamos olvidado del asunto, como estábamos cerca, pasamos con el auto a saludar a Luciano, desde las ventanas del restaurante, había un bullicio dentro, Luciano nos saludó desde adentro, al instante sonó el celular, era él, dijo: Que hacen en el carro que no están aquí, ya le estamos haciendo un recibimiento especial a Gino con los chicos de la opera, me había olvidado por completo de asunto le dije, ya vamos para allá, estacionamos el carro y no fuimos al San Giorgio.
Después de un rato Luciano nos presentó a Gino, quien muy amablemente estuvo hablando con nosotros por un rato de manera muy natural, resultó ser una persona muy sencilla bien agradable, muy simpático aunque sea una verdadera estrella de la música.
Aquí la foto oficial del encuentro.