¿Y vas a seguir?

Entre los años 2000 y 2002, un grupo de investigadores de las universidades de Edimburgo y de Aberdeen (Escocia), evaluó los casos de 465 personas nacidas en 1936 y que formaron parte de una encuesta realizada en 1947. A partir de estos datos la nueva investigación pretende conocer el papel que juega el tabaco en el deterioro de la mente.

Clasificados en función de si eran fumadores, lo habían sido o nunca habían probado un cigarrillo, los participantes de 64 años realizaron cinco pruebas para evaluar sus habilidades cerebrales.

Entre otras tareas se les pidió que recordaran una serie de palabras, eligieran la pieza que encajaba correctamente en un hueco o nombrasen diferentes usos de un determinado objeto como, por ejemplo, un sombrero.

"De forma general, los fumadores lo hicieron peor en todos los 'tests'", explica John M. Starr, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad de Edimburgo.

"Este empeoramiento cognitivo, que ronda el 2%, no incide en las tareas diarias que requieren una cantidad típica de compromiso intelectual sino en aquellas en las que se necesita una habilidad de alto nivel. Tal es el caso del póquer, el bridge o los crucigramas más 'crípticos'", aclara Starr.

De acuerdo con otros estudios, los autores afirman que "el daño cognitivo provocado por el tabaco puede que sólo aparezca después de una larga exposición o en una edad avanzada, cuando ya se puede observar el deterioro mental que se da con los años".

El documento, publicado en 'Addictive Behaviors', señala que el impacto del tabaco sobre los pulmones se vio tanto en los fumadores como en los que habían dejado el hábito. Este hecho refleja que los efectos de la droga sobre la función pulmonar "son relativamente duraderos, mientras que los cognitivos son más evidentes entre los actuales consumidores".

El estudio destaca que esta asociación entre el deterioro pulmonar y el mental "podría tener que ver con un menor aporte cardiorrespiratorio a la función cerebral o con los efectos directos del tabaco sobre el tejido de los pulmones y del cerebro". (elmundo.es)