Nóbel de la Paz 2004
Wangari Maathai, activista kenyana fundadora de "Green Belt Movement" lucha por los derechos de las mujeres, denuncia la corrupción y ha plantado millones de árboles en toda África; recibirá el Premio Nobel de la Paz 2004.
Maathai, la primera mujer africana en ganar el premio, es conocida como "La Militante Verde de Kenya", ha luchado a favor del ambiente por más de treinta años en un continente con mucha presión por el desarrollo, la contaminación y la guerra.
El Comité del Nobel dijo "Hemos añadido una nueva dimensión al concepto de paz, enfatizando en el ambiente, la construcción de la democracia y los derechos humanos, y especialmente los derechos de las mujeres".
Desde 1977 Wangari y su movimiento lograron persuadir a millones de mujeres en toda África para luchar contra la desforestación que afecta a gran parte del continente. Por millones, fueron ganadas a la idea de plantar árboles y proteger el ambiente y en otras formas de ayudar a la agricultura y al desarrollo a largo plazo de sus comunidades, para asegurar el suministro de alimentos.
Durante casi tres décadas han logrado plantar mas de treinta millones de árboles y dado empleo a casi diez mil mujeres que plantan y venden semillas como forma de vida.
"Me siento muy emocionada, feliz y agradecida a todos los que hicieron el camino conmigo", dijo Maathai de 64 años.
Daniel Arap Moi, quien gobernó a Kenya por dos décadas, catalogó a Maathai como una "mujer loca" y "una amenaza para el orden y la seguridad del país" por su permanente agitación. Moi perdió las elecciones en el 2002; Maathai fue electa al Parlamento ese año y es ahora Vice-Ministra del Ambiente.
De elevada estatura y voz aterciopelada, se une a otros ganadores del Nobel de la Paz, como Kofi Annan, la Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, el Dalai Lama y Martin Luther King Junior. El premio le será entregado en Oslo el 10 de diciembre. Pero ya celebró, arrodillándose en la tierra y plantando árboles.
En 1989, dirigió una acusación en los tribunales, contra el gobierno de Moi, al proponer éste construir el rascacielos más alto en África y una estatua de sí mismo, de dieciocho metros de altura, en el único espacio público verde en la desértica capital de Kenya.
Otro juicio que ella abrió contra un proyecto de doscientos millones de dólares apoyado por Moi, no fue admitido. Pero sus protestas ya habían espantado a los inversionistas.
En 1992, ella y otras mujeres se desnudaron en el centro de Nairobi, para protestar contra los abusos policiales.
En 1999, fue golpeada en la cabeza y arrestada al protestaba por la tala del Bosque Karura en Kenya, para construir viviendas de lujo. Captó la atención de la nación al insistir en firmar el reporte policial de su arresto con su propia sangre que brotaba de una herida en su cabeza. El complejo habitacional, nunca fue construido.
"Fue amenazada y ofendida" y aún así, no mostró miedo". "Fue como observar a una solitaria y desconocida voz, levantarse contra todos, ha logrado que mucha gente entienda porqué la conservación del ambiente es tan importante.
Dijo "Nosotros podemos dotar de parques a los rinocerontes y a los elefantes, ¿Porqué no podemos dotar de espacios abiertos a la gente? ¿Porqué estamos creando un caos ambiental en las áreas urbanas?".
Ha sido una apasionada luchadora por los derechos de las mujeres, en un continente donde ellas a
menudo viven como ciudadanos de segunda, hacen la mayor parte del trabajo pesado, y con frecuencia ven limitados sus derechos legales.
Maathai creció en una aldea de Kenya, hija de agricultores. Fue excelente estudiante. Obtuvo una beca para estudiar en el exterior y en 1964 obtuvo la licenciatura en biología en Kansas. Obtuvo una maestría dos años después en Pittsburgh y, en 1971 un doctorado Ph.D. en Nairobi. Fue la primera mujer de África oriental y central en obtener un doctorado y la primera profesora de la Universidad de Nairobi.
El premio "es una fabulosa noticia para Kenya y África," dijo Makali. "Esto incrementará la visibilidad del país y de nuestra campaña para ser un mejor perro guardián de las tierras de nuestro país".
La semana pasada, Maathai amenazó con renunciar al parlamento para protestar contra un plan de usar tierras boscosas para agricultura a pequeña escala.
Añadió que, premio o no premio, ella continuará su lucha, por el destino de los jóvenes africanos. "La generación que destruye el ambiente usualmente no es la generación que sufre", dijo ella. "Si ellos continúan dañando al bosque, estarán cavando sus propias tumbas, las de sus hijos y nietos".
2 Comments:
Excelente noticia! que merecido reconocimiento a la labor de Wangari Maathai, particularmente me complace que un premio como el Nobel de La Paz ahora abarque también a personas que se preocupan y ocupan por el cuidado y la protección del medio ambiente, ojalá dicho reconocimiento genere una ola de consciencia general en el planeta, y que sus habitantes se den cuenta del grave problema que tenemos enfrente y de la poca voluntad de los Estados del mundo por atenderlo y solucionarlo, en todos está el cambiar el rumbo de las políticas medioambientales que hasta ahora han tenido los gobiernos y que no han hecho más que contribuir al incremento de la contaminación y a que se agoten más y más los recursos naturales...
¡Vamos todos por un desarrollo sostenible!
Gracias por tu comment en mi página. Igualmente te felicito. Disculpa este comentario fuera del tema del Post. Hace un tiempo estuve por Holanda. Estuve 15 días nada más. Conocí Leusden, Amsterdam, Zoetermeer.
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