Transplante de pipí
A propósito de una noticia leída hace pocos días en los diarios, el amigo Claudio Nazoa escribió esto en Noticiero Digital, lo reproduzco tal cual salió publicado, no le he pedido permiso, pero le estoy dando los créditos.
Qué pena el transplante de pene en China
Realmente increíble esta noticia publicada en el diario El Nacional el 20 de septiembre de 2006. No acostumbro ser tan preciso al escribir, pero es importante saber que el tema de hoy viene de una fuente seria, trabajado por una de las periodistas más serias de este país (nunca se ríe), Vanessa Davies.
Resulta que en China, a un hombre de 44 años de edad un equipo de cirujanos le transplantó el pene de un cadáver de 22, o sea ¡Un pene con 22 años menos de uso! Ya que el receptor, debido a un terrible accidente, había perdido las tres cuartas partes de su miembro original y lo que le quedaba era un toconcito de cuatro centímetros.
A parte de lo curioso de la noticia científica, lo más increíble es que el transplante estaba funcionando a la perfección. Y el miembro del muerto se comportaba como un campeón. No había señales de rechazo pero... resulta que a las dos semanas del implante, el hombre y su esposa fueron otra vez al hospital para que lo dejaran como estaba antes del transplante, ya que él y su consorte sentían "un rechazo psicológico" del órgano exitosamente transplantado. Hasta aquí la noticia tal cual como sucedió, ahora mi análisis.
¡Pero habrase visto semejante imbécil! Que irrespetando a la ciencia, al donante muerto y a él mismo, echa para atrás algo tan maravilloso como lo fue ese dificilísimo y exitoso transplante de pene.
Si para uno que se considera normal es tan complicado a veces sólo sacarlo del pantalón para hacer pipí, imaginemos las dificultades que tuvieron los médicos chinos para pasarlo con éxito de un cuerpo a otro.
Me puse a investigar el asunto en la dirección electrónica que les indiqué al principio, y encontré hasta la foto del pipí donado ¡No es que era una cosota asíííí! No, era un bichito amarillo más bien modesto de unos 12 centímetros dormido, pero a eso hay que sumarle el toconcito que tenía el chino loco, que era de aproximadamente 4 centímetros ¿4 más 12? ¡16 centímetros dormido! Nada despreciable. Ya quisiera yo pa’ un día de fiesta.
Me imagino que esto fue obra de la esposa ¡Una cuaima china! Combinación de culebra con uno de esos dragones que tanto le gustan a los chinos.
Recreemos como debió haber sido la situación. Un día, nuestro hombre llegó tarde a su casa con ese pipí ajeno pegado. No quiero ni pensar el zaperoco: --¡Toooconcito! (Así se llama el chino loco) ¿Dónde estabas tú? ¿Estas son horas de llegar? Seguro estabas con tus amigotes comiendo lumpia y arroz frito especial. Dime por última vez ¿Dónde estabas Toooconcito Albelto?
Él, orgulloso y asustado, se abre el pantalón y le dice a su cuaima: --Mamao (así se suele llamar la china loca), no vas a creérmelo, pero mira...
--¡Toooconcitooo! Pero ¿Por qué andas con el pipí de Yosilolegalo? ¡Te he dicho que no me gusta que traigas cosas prestadas a casa! --¡Pero, Mamao! ¿Y cómo sabes tú que esto de aquí para allá es de Yosilolegalo?
Y por allí se fueron. Su matrimonio se convirtió en un infierno: comenzaron los celos porque, vamos a estar claros, cuando Toooconcito hacía el amor con su esposa, 12 centímetros eran cachos que él mismo portaba en su organismo. Me imagino los líos de cama en la conversación post-coito: --Toooconcito, nunca me habías hecho el amor así. Sentí algo totalmente diferente-seguramente diría ella.
--Mira, Mamao ¿O sea que te gustó? -comentaría suspicaz y muerto de los celos que él mismo produce-¿Cuál parte te gustó más? ¿La de adelante o hacía el final?
Lo cierto es que esta extraña pareja ha despreciado a la ciencia mundial y en especial, a la maravillosa ciencia médica china, al frustrar ese milagroso transplante de pene.
Ahora mismo estoy escribiendo a estos médicos chinos para preguntarle que hicieron con el pedacito que sobró. Ojalá lo hayan metido en hielo, en alcohol o algo así, porque les puedo jurar que si me lo ponen, ni yo ni mis cuatro mujeres vamos a devolverlo.
He hablado también con el urólogo venezolano, David Arana, experto en trasplantes renales del Hospital Militar de Caracas y con mi médico de cabecera, Juan Manuel Fuentes, para que en caso de no poder ir a China, sean ellos los que asuman la difícil operación.
Para finalizar, hago un llamado a mis amigos a quienes les moleste esa parte o simplemente tengan esposas a las que ya no les guste, a objeto de que me lo donen, con la seguridad de que yo sí le voy a dar un buen uso.
No importa el tamaño. Eso sí, abstenerse el Sapo Graterolacho y el Chivo Negro Oscar Yánez, porque eso, de sapo y chivo, es muy feo.
Un chistecito asociado:
- ¡Doctor, doctor! tengo problemas de rechazo con mi trasplante de pene...
* ¿Si? ¿y eso porque? si todo está bien.
- Es que me rechaza la mano!
Qué pena el transplante de pene en China
Realmente increíble esta noticia publicada en el diario El Nacional el 20 de septiembre de 2006. No acostumbro ser tan preciso al escribir, pero es importante saber que el tema de hoy viene de una fuente seria, trabajado por una de las periodistas más serias de este país (nunca se ríe), Vanessa Davies.
Resulta que en China, a un hombre de 44 años de edad un equipo de cirujanos le transplantó el pene de un cadáver de 22, o sea ¡Un pene con 22 años menos de uso! Ya que el receptor, debido a un terrible accidente, había perdido las tres cuartas partes de su miembro original y lo que le quedaba era un toconcito de cuatro centímetros.
A parte de lo curioso de la noticia científica, lo más increíble es que el transplante estaba funcionando a la perfección. Y el miembro del muerto se comportaba como un campeón. No había señales de rechazo pero... resulta que a las dos semanas del implante, el hombre y su esposa fueron otra vez al hospital para que lo dejaran como estaba antes del transplante, ya que él y su consorte sentían "un rechazo psicológico" del órgano exitosamente transplantado. Hasta aquí la noticia tal cual como sucedió, ahora mi análisis.
¡Pero habrase visto semejante imbécil! Que irrespetando a la ciencia, al donante muerto y a él mismo, echa para atrás algo tan maravilloso como lo fue ese dificilísimo y exitoso transplante de pene.
Si para uno que se considera normal es tan complicado a veces sólo sacarlo del pantalón para hacer pipí, imaginemos las dificultades que tuvieron los médicos chinos para pasarlo con éxito de un cuerpo a otro.
Me puse a investigar el asunto en la dirección electrónica que les indiqué al principio, y encontré hasta la foto del pipí donado ¡No es que era una cosota asíííí! No, era un bichito amarillo más bien modesto de unos 12 centímetros dormido, pero a eso hay que sumarle el toconcito que tenía el chino loco, que era de aproximadamente 4 centímetros ¿4 más 12? ¡16 centímetros dormido! Nada despreciable. Ya quisiera yo pa’ un día de fiesta.
Me imagino que esto fue obra de la esposa ¡Una cuaima china! Combinación de culebra con uno de esos dragones que tanto le gustan a los chinos.
Recreemos como debió haber sido la situación. Un día, nuestro hombre llegó tarde a su casa con ese pipí ajeno pegado. No quiero ni pensar el zaperoco: --¡Toooconcito! (Así se llama el chino loco) ¿Dónde estabas tú? ¿Estas son horas de llegar? Seguro estabas con tus amigotes comiendo lumpia y arroz frito especial. Dime por última vez ¿Dónde estabas Toooconcito Albelto?
Él, orgulloso y asustado, se abre el pantalón y le dice a su cuaima: --Mamao (así se suele llamar la china loca), no vas a creérmelo, pero mira...
--¡Toooconcitooo! Pero ¿Por qué andas con el pipí de Yosilolegalo? ¡Te he dicho que no me gusta que traigas cosas prestadas a casa! --¡Pero, Mamao! ¿Y cómo sabes tú que esto de aquí para allá es de Yosilolegalo?
Y por allí se fueron. Su matrimonio se convirtió en un infierno: comenzaron los celos porque, vamos a estar claros, cuando Toooconcito hacía el amor con su esposa, 12 centímetros eran cachos que él mismo portaba en su organismo. Me imagino los líos de cama en la conversación post-coito: --Toooconcito, nunca me habías hecho el amor así. Sentí algo totalmente diferente-seguramente diría ella.
--Mira, Mamao ¿O sea que te gustó? -comentaría suspicaz y muerto de los celos que él mismo produce-¿Cuál parte te gustó más? ¿La de adelante o hacía el final?
Lo cierto es que esta extraña pareja ha despreciado a la ciencia mundial y en especial, a la maravillosa ciencia médica china, al frustrar ese milagroso transplante de pene.
Ahora mismo estoy escribiendo a estos médicos chinos para preguntarle que hicieron con el pedacito que sobró. Ojalá lo hayan metido en hielo, en alcohol o algo así, porque les puedo jurar que si me lo ponen, ni yo ni mis cuatro mujeres vamos a devolverlo.
He hablado también con el urólogo venezolano, David Arana, experto en trasplantes renales del Hospital Militar de Caracas y con mi médico de cabecera, Juan Manuel Fuentes, para que en caso de no poder ir a China, sean ellos los que asuman la difícil operación.
Para finalizar, hago un llamado a mis amigos a quienes les moleste esa parte o simplemente tengan esposas a las que ya no les guste, a objeto de que me lo donen, con la seguridad de que yo sí le voy a dar un buen uso.
No importa el tamaño. Eso sí, abstenerse el Sapo Graterolacho y el Chivo Negro Oscar Yánez, porque eso, de sapo y chivo, es muy feo.
Un chistecito asociado:
- ¡Doctor, doctor! tengo problemas de rechazo con mi trasplante de pene...
* ¿Si? ¿y eso porque? si todo está bien.
- Es que me rechaza la mano!
7 Comments:
Yo lo habia leido hace unos dias en el diario...demasiado comico lo de el cruce con los dragones!
Saludos!!
Ja, ja, ja, ja!!!! Ya va, Miguel: el chiste es de Nazoa o lo agregaste tú solito?
Ja,Ja,Ja,Ja,Ja, El chiste lo agregué yo, está bueno ¿verdad?
jejejejejejejejejejejeje, esto estuvo bueno, al principio pensaba que era vacilon, pero despues cuando lo lei me di cuenta que era en serio, que noticia, que avances y volvemos que diyuntiva con la ciencia, alma y pensamiento...A parte de curioso y divertido, realmente interesante...
PD: el chiste muy original..
wenas¡¡¡
wenas, señor miguel tiempo sin pasar por aka y hasta me cambie de nombre y ciudadania jejje¡¡¡¡
bueno implente de pipis jejje¡¡¡¡
q cosas y otros q buscan es quitarlosss
q broma el chiste a nazoa un criollazo¡¡¡¡
saludoxxxxxxx
Jajajajajajajaa
Esos chinos si son verdaderamente medio locos, yo jamás me pondría uno de un muerto ¬¬ y pero la esposa que acepta!
Saludos Miguel!
me gustaria que hables de los transtornos psicosexuales de las personas
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