Perdón, no se veía nada
Esto sucedió hace poco y aunque parece arrancado de las páginas de cualquier historia de Alfred Hitchcock, dicen que fue real. El lugar: la Carretera de Guatopo.
Un hombre estaba parado a la orilla de la carretera en medio de una oscura y tenebrosa noche pidiendo cola, a la vez que caía una terrible tormenta. Pasó un tiempo pero nadie se paraba. La tormenta era tan fuerte que apenas si se alcanzaba a ver a unos 3 metros de distancia. De repente vio como un extraño carro se acercaba lentamente y al final se detuvo. El señor, por lo precario de su situación sin dudarlo y rápidamente, se subió al carro y cerró la puerta. Volteó y se dio cuenta con asombro y horror de que nadie iba manejando el carro. El carro arrancó suavemente. El tipo miró hacia la carretera y vio con terror que adelante había una curva. Asustado, comenzó a rezar e implorar por su salvación, al advertir su trágico destino. El tipo no había terminado de salir de su espanto, cuando justo antes de llegar a la curva, entró una mano tenebrosa por la ventana del chofer y movió el volante lentamente pero con firmeza. Paralizado del terror y sin aliento, cerró sus ojos, se aferró con todas sus fuerzas al asiento, e inmóvil e impotente vio como sucedía lo mismo en cada curva del tenebroso y horrible camino, mientras la tormenta aumentaba su fuerza.
El tipo, sacando fuerzas de donde ya no quedaban, se bajó del carro y se fue corriendo hasta el pueblo mas cercano. Deambulando, todo empapado, se dirigió a una cantina que se percibía a lo lejos. Entró a ella y pidió un whiskey doble y temblando aún, les empezó a contar a todos la horrible experiencia que acababa de presenciar. Se hizo un silencio ante el asombro de todos los presentes.
El miedo y la zozobra asomó por todos los rincones del lugar. Al rato llegaron dos negros todos mojados y jadeantes uno le dijo al otro, "Mira Juan, allá esta el carajo que se subió al carro cuando lo veníamos empujando".
Un hombre estaba parado a la orilla de la carretera en medio de una oscura y tenebrosa noche pidiendo cola, a la vez que caía una terrible tormenta. Pasó un tiempo pero nadie se paraba. La tormenta era tan fuerte que apenas si se alcanzaba a ver a unos 3 metros de distancia. De repente vio como un extraño carro se acercaba lentamente y al final se detuvo. El señor, por lo precario de su situación sin dudarlo y rápidamente, se subió al carro y cerró la puerta. Volteó y se dio cuenta con asombro y horror de que nadie iba manejando el carro. El carro arrancó suavemente. El tipo miró hacia la carretera y vio con terror que adelante había una curva. Asustado, comenzó a rezar e implorar por su salvación, al advertir su trágico destino. El tipo no había terminado de salir de su espanto, cuando justo antes de llegar a la curva, entró una mano tenebrosa por la ventana del chofer y movió el volante lentamente pero con firmeza. Paralizado del terror y sin aliento, cerró sus ojos, se aferró con todas sus fuerzas al asiento, e inmóvil e impotente vio como sucedía lo mismo en cada curva del tenebroso y horrible camino, mientras la tormenta aumentaba su fuerza.
El tipo, sacando fuerzas de donde ya no quedaban, se bajó del carro y se fue corriendo hasta el pueblo mas cercano. Deambulando, todo empapado, se dirigió a una cantina que se percibía a lo lejos. Entró a ella y pidió un whiskey doble y temblando aún, les empezó a contar a todos la horrible experiencia que acababa de presenciar. Se hizo un silencio ante el asombro de todos los presentes.
El miedo y la zozobra asomó por todos los rincones del lugar. Al rato llegaron dos negros todos mojados y jadeantes uno le dijo al otro, "Mira Juan, allá esta el carajo que se subió al carro cuando lo veníamos empujando".
13 Comments:
Hacía dias que no te visitaba. No había leído la historia del examen de piano, ni que estudiastes en "La Escuela superior". Yo estudié en la Landaeta hasta primero de contrapunto, luego la universidad pudo mas y dejé el piano un poco de lado.
No tienes que contarme nada, de esas relaciones especiales de la escuela de música. A mi esposo lo conocí alla, aunque en ese entonces el tenia novia y yo ni pendiente. Luego pasados unos años nos reencontramos en la facultad de Ingeniería de la UCV, comenzamos a ensayar para un concierto a dúo piano-guitarra que tocamos en la sala de conciertos de la UCV y en Ciudad Bolivar.....
Saludos Miguel, siempre es un gusto pasar por aqui!
Este programa loco me borró un párrafo.... Terminaba diciendote que de aquellos conciertos (luego de los cuales nos empatamos) hacen ya 14 años. Y gracias a Dios sigue la magia !!!
Y tu.... ¿Que instrumento tocas?
Gracias por la información Miguel. Si consigues las páginas blancas me avisas, porque busco a una persona. Por cierto, hablas holandés? si es así te admiro porque que vaina mas loca! Cuando entré al sitio ese no entendía nada, es tan distinto al inglés y al francés... Saludos.
Se me acaban de contraer 15 músculos faciales, el diafragma y otros músculos más !!!! Eso lo ocasiona ..... La Risa
Madrugando porque no podía dormir, me puse a leer el cuento y me asusté, menos mal que terminó en risas.
Saludos
Demasiado bueno, hay veces pasan cosas así de locas, tanto son los nervios que no siempre lo que ves ES.
El loco todo el tiempo en su rollo.
como siempre.
genial!
;)
un beso miguel!
Una leyenda urbana realmente divertida.
Genial, genial...
Ya me estabas asustando... aqui tan tarde... yo asustadiza... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!
Je,je...muy divertido.
uyyy... me esperaba algo asi como la metafora del hijo prodigo!!!! :) :)
y era para reir!
Besos Miguel!
Hermano...googleando ando sin pensar en hañllar cosas buenas como las de su blog...ese guatopo se la comio..excelente leyenda. Exitos y adelante.. a Votar este domingo
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