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domingo, 28 de enero de 2007

La mejor cuadra del mundo


Foto: Yo en mi cuadra

Cuando era niño, me sentía un verdadero campeón, por vivir en una cuadra que lo tenía todo, imagínense si era así, que entre los niños de mi colegio, el Nuestra Señora de Pompei, competíamos para ver quien vivía en la cuadra más variada e interesante, claro, siempre ganaba yo, y lo celebraba con tanto entusiasmo, que hasta los niños que vivían en las mejores zonas de Caracas, se sentían unos miserables ante mi gran suerte de poder vivir en una cuadra tan privilegiada. Unos decían: Que fú, en mi cuadra solo hay unas pocas casas y una iglesia y otros se quejaban por vivir en zonas tranquilas de bonitos edificios, pero sin ninguna diversión. En cambio yo vivía en la mejor calle del centro de Caracas.

Pero lo que convertía todo esto en un verdadero tesoro para mí, eran los personajes asociados a esta cuadra, sus tiendas y negocios, yo los envolvía con la esa magia especial con la que los niños vemos todas las cosas, convirtiéndolos en los héroes de mi niñez.

Y así, entre las esquinas de Viento y Muerto, de esa Caracas que no volverá, viví mis primeros sueños y experiencias con alegría y libertad. De esta época aún viven en mi memoria muchas situaciones y personajes. Aún hoy, me resulta increíble que en un espacio tan reducido de la ciudad, pudieran haber existido tantos sitios y personas tan interesantes que alimentaron profundamente mi cultura, mi sensibilidad y mi espíritu.

Una cuadra más hacia el sur para llegar a la esquina de Peláez y una más al norte para llegar a la esquina de Curamichate y así, completar mi espacio infantil ideal, mi universo de juegos interminables, de permanente ilusión y de infinita alegría de vivir.

Al lado de mi casa, el viejito del kiosquito, todos lo llamábamos así, pero a él no le molestaba en absoluto, él era el abuelito de todos los niños de la cuadra. El viejito no aceptaba las recién acuñadas monedas de níquel, pues no sonaban al caer, y para demostrarlo agarraba un real de plata y lo arrojaba suavemente al suelo, para que sonara como una campanita y decía: ¿Ves? Así debe sonar una moneda al caer, no como esas porquerías de ahora. Luego, después de mucho tiempo, de la nada, llegó su relevo, el Sr. Alfonso amable y amigo de todos, siempre sonriente. Recuerdo verlo parado delante del fondo multicolor de cultura, conocimiento y entretenimiento, que encerraban las páginas de los periódicos, libros y revistas que con orgullo pendía de mecates, perfectamente alineados, dando una sensación de orden y control.

Luego el barbero Telmo, a él no le gustaba que le dijeran señor, eso lo recuerdo bien, y a mí se me hacía muy difícil dejar de hacerlo, pues era todo un señor originario de Barlovento. Telmo hacía los mejores bistec de ternera que me he comido en toda mi vida, los adobaba con cebolla, comino, sal y pimienta, yo era su invitado permanente, me preguntaba: ¿Un bistecito Miguel? Y yo con mucha “vergüenza” le decía: Si claro. Telmo no me cortaba el pelo, eso lo hacia Giovanni, el primo de mi mamá que tenía en los Chaguaramos una barbería de lujo, que se llamaba Franser y me dejaba pepito, pepito.

También formaba parte de esta cofradía, Pasquale, el sastre, originario de Padula, Italia, o sea paisano de mis padres, él era como si fuera familia, una persona muy cercana, simpático, siempre hacía juegos conmigo y mis hermanos y pasaba muchos ratos compartiendo con toda mi familia.

Hablando de Pasquale recordé que en esta época, para ser precisos, en el año de 1967, cuando yo tenía sólo once años, en un tonto accidente en la playa, murió mi hermana Carmelina, ella sólo tenía catorce años y estaba a un mes escaso de cumplir quince, era un verdadero ángel, yo se que ella esta siempre cerca de mí, y yo la mantengo viva en mi pensamiento permanentemente, esa es la verdadera prueba de que las personas que son amadas nunca mueren, Carmelina permanece muy viva dentro de mi corazón. Nombro a mi hermana, ya que ella también perteneció a toda la gente mágica. Todo el mundo la quería mucho, y decían que ella era la princesita de la cuadra.

Otro personaje particular, Juvenal, con ese nombre todos deben saber que se trata del portugués del abastos, Juvenal era una persona muy respetada y querida en la cuadra, su abastos se llamaba Roma. A mi me malcriaba de lo lindo, yo recuerdo los sándwich de mantequilla y mortadela en pan de a locha que me preparaba, eran simplemente divinos, acompañados con una chicha A1, perfecta combinación gastronómica infantil, a veces me deleitaba también con un pan de leche o con una catalina y para pasar el tarugo un vaso de leche, no lo puedo evitar, lo recuerdo y me emociono.

Marrero, Joseíto, Victoriano y Maximiliano del taller de frenos Sapene. Yo me la pasaba jugando allí, aunque era lo primero que mi mamá intentaba prohibirme, lo que pasaba es que siempre, al rato regresaba a la casa sucio de grasa de pies a cabeza. Que momentos tan bonitos pasábamos aquí, aprendiendo de carros, bandas de frenos y pastillas de discos, ¿a que niño no le gustan estas cosas? Recuerdo a que a mi hermano mayor Mario en el taller lo llamaban cabezón y a mi, por analogía cabezoncito.

Las dos generaciones de los Lovera, dueños de la prestigiosa tienda de deportes “El Cazador”, mi gran caja de Pandora. A los Lovera no les molestaba que yo fuera a curiosear a su súper tienda, jorungaba y preguntaba acerca de todo lo que había allí, claro, a veces los atormentaba un poco, pero al notarse, inmediatamente salía el señor Lovera papá a defenderme y a mandarme para otro sitio de la tienda, para que sus hijos se relajaran.

El chichero de Peláez, este era un verdadero activo fijo de la cuadra, yo creo que nunca faltó al trabajo, siempre estaba al pie del cañón, con su exquisita chicha, eso si, pero lo máximo era la ligadita con ajonjolí, esto de verdad que era lo mas rico que había en el departamento de chichas del área metropolitana de Caracas.

El Sr. Manosalva de Gráficas Galipán, donde yo pasaba largas horas hipnotizado, viendo las máquinas imprimiendo, todo un derroche de ingeniería mecánica, claro y preguntando todo también, sino no era yo, el Sr. Gustavo me decía Miguelito, hasta después de grande.

La familia Gallegos y su famosísimo Restaurante Gallegos, la mejor paella valenciana de Caracas, en la época del charm de la Caracas de los años 60 y 70, al terminar las corridas de toros en el Nuevo Circo, que quedaba a escasa tres cuadras, este restaurante se llenaba de cabo a rabo, hasta altas horas de la noche, era un sitio de encuentro de gente famosa, claro, eso se acabo, con los modernos años ochenta. Antes de las corridas, también se llenaba de gente, pero para abastecer de licor a los asistentes a las corridas y así llenar sus botas con un coctelito llamado “Ligadito” que tenía vino blanco, vino tinto y vodka.

Mi mejor amigo Luis Aguilar, el dueño del conocido Foto Estudio El Gato, mi profesor y mi estímulo por el gusto por la fotografía, un verdadero artista, que retocaba los negativos con portaminas de grafito, algodones, pinceles y otros artilugios. Tenía un tesoro, una gran colección de negativos de la gente que se fotografiaba con él. Luis era además un profesional tomando fotos en matrimonios, graduaciones, bautizos, primeras comuniones y creo que hasta uno que otro divorcio por allí. Amigo Luis, espero que este año pueda ubicarte en España, y ver si tenemos la oportunidad de encontrarnos, nos comamos unas tapitas y nos bebamos unos tintos, que buena falta nos hace, para recordar estos buenos tiempos.

También estaba el otro señor Luis, el del linotipo, quien trabajó en varios periódicos, cuando el montaje se hacía haciendo “cut & paste” pero de verdad, con tijera y cola de pegar, Luis eres una enciclopedia ambulante. El Sr, Luis tenía una gran máquina, bonita y negra, que después de teclear y teclear y teclear, al pisar una gran tecla roja especial, hacía unos movimientos robóticos y sonidos armoniosos, para luego, al final dejar caer suavemente en una bandejita, unas laminitas de plomo con letras al revés, que sólo él podía leer con facilidad.

Imagínense si mi calle era lo máximo que hasta existía un gran depósito de Helados Efe, sin lugar a dudas los mejores del mundo, este sitio no lo asocio a ninguna persona en particular. Aún así era una verdadera aventura ir, ver desde lejitos esas cavas con temperaturas polares, luego, alineados como en un gran estacionamiento, cientos de carritos de helados, al final de esta aventura siempre salía alguien para regalarnos unos exquisitos helados.

La Farmacia el Viento, en la esquina de su nombre, a donde íbamos a comprar “azúcar candy”, que no era más que unos cristales de azúcar pero muy grandes, una curiosa golosina de la época, claro, a veces también íbamos si nos dolía algo.

En mi cuadra nacieron los automercados, pues en esa época solo existían abastos, y así, de repente apareció el Supermercado el Nervión, bastante más grande que un abasto normal, pero con pasillos y carritos de compras, ¡que avance! Esto era lo más moderno que se podía tener, claro luego empezaron a proliferar por todas partes.

La Casa Vives, increíble pero hasta teníamos una tienda muy grande que vendía artículos religiosos, libros, rosarios, estampitas, estatuas de vírgenes y santos.

El futbolín, era el sitio de encuentro de los muchachos grandes, pero yo como era un salido, andaba mucho con mi hermano, pues él ya podía estar aquí y se hacía responsable por mí. En este futbolín había algo muy curioso, y es que las figuritas de los jugadores tenían las piernas separadas, lo que hacía el juego más vistoso, por la cantidad de trucos que se podían hacer. Mi hermano Mario era toda una estrella jugando, aún recuerdo el ruido que hacía la pelota en la portería de madera cada vez que metía un tremendo golazo, imposible de parar.

A media cuadra de la casa, estaba la famosa Pescadería La Vizcaína, que por contradictorio que parezca era de unos asturianos. Aquí mi mamá se apertrechaba de los exquisitos animales, recuerdo como si fuera ayer, como me quedaba extasiado viendo a las langostas vivas puestas en el piso al frente de las neveras.

El Colegio de niñas Santa Cecilia, de la Sra. Bencid, aquí estudiaba mi hermana, este colegio era reconocido por su buen nivel académico, en aquellos años, no se como estará en la actualidad.

A una cuadra y media el Colegio Santa Rosalía, donde estudié el ciclo básico, de aquí recuerdo el padre Porras y al director el Profesor Rivas.

También teníamos en la cuadra una panadería, que empezó siendo muy buena, pero que luego con el tiempo se echó a perder, pues el pan estaba siempre como crudo y en mi casa nos gustaba el pan bien tostadito.

La Casa Gámez, tienda de ropa, donde mamá y papá se compraban algunas de las pintas, pues aquí no vendían ropa de niños, así que lo mío era en algún otro sitio.

La Escuela Básica Nacional Luis Razzetti, donde estudiaron mi hermano y mi hermana, ya para cuando yo necesité ir al colegio, la educación pública había empezado su acelerado declive, por eso siempre estudié en colegios privados.

Y finalmente los que me faltan, la clínica David Lobo, la Heladería Gilda, los mejores helados estilo italiano de la historia, la ferretería Peláez, infaltable, las dos peluquerías a donde mi mamá se ponía preciosa, aunque no le hiciera mucha falta, el abastos La Esperanza, chiquito pero cumplidor, el bazar de los chinos y la Papelería Orinoco, nuestra librería de toda la vida. Seguro que se están escapando algunos, no son todos, pero creo que son suficientes.

Ahora que saben todo esto. ¿No tenía yo razón de estar muy orgulloso de mi cuadra con todos sus personajes y sitios inimaginables?

Hoy, 28 de enero, es el cumpleaños de mi hermano Mario Pinto que vive en Caracas, este post especial se lo dedico a él, por haber estado siempre tan pendiente de mí, en aquellos años infantiles. Mario te extraño mucho y desde aquí te deseo un mundo de salud, felicidad y éxitos.

77 Comments:

Blogger Lena yau said...

No puedes haber escogido mejor regalo para tu hermano...
Miguel, si no te encuentras con tu amigo en España, te vas a tener que tomar las tapas con nosotros.
Yo tuve también mi cuadra. Pero no voy a contar nada porque no quiero quitarme el sabor de la tuya.

abrazos grandototes y promesa de tapas y chatos

12:28 p.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

MILO: Mucha Gracias, tus comentarios siempre tocan mi suichecito interno que hace que sonria de felicidad.

¡Las tapas van!

12:43 p.m.  
Blogger romrod said...

casi que hubieras sido vecino de mi papá que vivió de Sordo a Gobernador pero creo que unos cuantos años antes que tu. Ahora ya sé por que la esquina de Pinto se llama así... alguna vaina echaste por ahí de carricito jejeje...

Un abrazo y gracias por compartir esos recuerdos.

2:24 p.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

ROMROD, imagínate, allí mismito, seguro que tu papá fue otro vecino célebre de la zona.

Con respecto a lo de la esquina de Pinto, mi hermano y yo siempre le echábamos broma a mi papá, tu sabes, como si nosotros no fuéramos Pinto también.

Gracias por tu comentario, mientras haya gente que aprecien como tú, estas historias, seguiré compartiéndolas en este medio

2:42 p.m.  
Blogger Oswaldo Aiffil said...

Hola Miguel! Recorrí tu historia con recuerdos, porque aunque no viví alli, fui en un tiempo habitué del restaurant Gallegos, cuyo arroz a la marinera era de antología. Muchos de los negocios que nombras aún permanecen allí, me imagino que con otros dueños y otras cualidades. Claro que tu cuadra, en esos tiempos, era de envidiar. Un abrazo!!!

4:20 p.m.  
Blogger El Trimardito said...

Ciertamente que tenemos en nuestra vida de peques, un lugar mágico, pero la descripción del tuyo me deja emocionado, por cierto, Felicidades a tu hermano en su día.
Saludos!

4:23 p.m.  
Blogger Curiosa said...

No sabes como me recordaste mi niñez en El Manicomio (ojo no el hospital jeje), en Ruperto Lugo y Los Frailes.
Pasaron por mi mente mi querida Maestra Esther que fue la primera que me llevó al colegio y por quien quise entrar a mis escasoz 2 años (y lo hice),la que casi se muere al verme bañada en sangre porque me corte el parpado con un zinc que estaba en su casa mientras jugabamos al "escondio",la misma que se fue hace 5 años y que me duele en el alma...la cuadra donde nos saludaban absolutamente todos desde que saliamos de la casa hasta la otra cuadra donde guardabamos el volkswagen azul de mi paña (hervy),los frailes donde vivieron mis abuelos y construyeron su casa junto con sus 11 hijos y donde estuvieron alli hasta el dia en que salieron para no regresar mas...
Guao, me pedó las nostlagia de la inocencia de jugar en las calles sin el peligro de que nos fueran a raptar o hacer un secuestro express, los gritos, las fiestas.
Gracias por los recuerdos ahora me tomo un vinito por todo esos buenos momentos de nuestras epoca que estan ahi y ahi se quedaran siempre.
Un abrazo y felicitaciones a tu hermano ;)

10:18 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Que rico escuchar tu historia!! Es como volver a pasar por esos lugares de nuevo.
Recuerdo que a Juvenal le decíamos "panza de agua" por lo gordito que estaba y el Sr. Alfonzo después tuvo su puesto de periódicos frente a mi casa en la esquina Gobernador.
¿Será que mis padres conocieron al papá de Romrod?
Al lado de la Papelería Orinoco estaba la librería Apolo, si no conseguías algo en una lo encontrabas en la otra.
Gracias por compartir esos recuerdos.

10:18 p.m.  
Blogger Waiting for Godot said...

Miguel, qué bonito regalo para tu hermano! Y tus historias, alucinantes, la foto tuya, conchale igualito a tu daniel!
Por cierto, el sr pasquale luego no abrió una tienda por san bernardino, no sabes???
BEsitos!

10:36 p.m.  
Blogger Lycette Scott said...

Que relato tan bello Migue...yo no conté con la mejor cuadra del mundo, pero sí con el patio de la casa de mi abuela...antes me parecía una sabana, ahora veo que simplemente es un pequeño patio que ofrece grandes posibilidades a un niño

1:24 a.m.  
Blogger unocontodo said...

Buena memoria,no?.... Saludos.

2:52 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

cómo he disfrutado tu escrito, los detalles, el recorrido, los nombres, qué lindo regalo y larga vida a tu hermano! se lee tu nostalgia, se lee tu dedicación, la nitidez en tu mente. Un abrazo y muchas gracias por tu visita, amigo de siempre!

3:19 a.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

OSWALDO. ¿Viste? Tenía yo razón, era la mejor cuadra del mundo. Un recurdito adicional, ya estando yo trabajando en la Armada, alguno que otro sábado, cerca del mediodía, me iba hasta el Gallegos, pedía paella para tres para llevar, y le daba la sorpresa a mamá y papá ya jubilado, comíamos los tres y quedábamos muy complacidos.

TRIMARDITO. Gracias amigo, lo conté tal cual lo recuerdo, se que aún lo veo con ojos de niño.

CURIOSA. Recordé que tenía un amigo, llamado Ramón al que le decíamos Ave de Rapiña, él vivía en el manicomio, y que cada vez que decía "yo vivo en el manicomio", inmediatamente agregaba: "Pero en la parte de afuera". Luego y con mucha razón lo copió mi amigo José que vivía en el cementerio, y el decía: "Vivo en el Cementerio, y afortunadamente todavía puedo decir como dice mi amigo Ramón, en el lado de afuera". Gracias por tu comentario-post, es muy bonito.

MALÉFICA. Viste que cerca estábamos, que hasta conocimos a Juvenal Panza de Agua. Jejeje. Y es cierto lo de las librerías, se me había olvidado. Un gran saludo.

WAITING. Muchas gracias, te cuento que el señor Pasquale, a los años puso una sastería en la Plaza Venezuela, fue muy exitoso y luego se regresó a Italia.

LYCETTE. Tienes razón, mi papá decía la metáfora: "Si quieres ver que algo pequeño sea grande, muestráselo a un niño y preguntale de que tamaño lo vió" Así como tú veías el patio de la casa de tu abuela, ese debe ser un muy bonito recuerdo para tí.

UNOCONTODO. A veces trato de recordar situaciones como algo lúdico, enlazo recuerdos de personas con sitios y tiempos, o sea, soy un coleccionista de recuerdos.

MARIANNE. Saber que has estado por aquí me deja lindas emociones, gracias, y cúrate rápido que de los buenos quedamos pocos.

12:02 p.m.  
Blogger Carolina said...

Que lindos recuerdos y qué buena memoria!!! Felicidades a tu hermano!!!
Un abrazo grande,

4:41 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Que memoria, me hiciste recordar mi calle (en Boleita) cosas que ya ni me recordaba. Todo pareci en familia.
Saludos Lusos

6:53 p.m.  
Blogger |_Bonny_| said...

Que envidia que te tengo, tu y tu cuadra bonita. Yo no pude disfrutar de eso...

Me encanta este blog Miguel, me encanta.. Siempre estoy pendiente de los posts... Te felicito, de todo corazon...

Deberías publicar un libro!!!

9:39 p.m.  
Blogger Erika. said...

Gracias por compartir tus vivencias con nosotros y hacernos disfrutar...

Te pareces mucho a Daniel o mejor dicho el se parece muchisimo a ti cuando eras pequeño.

9:58 p.m.  
Blogger Jackie said...

Miguel, corazón, qué post tan bello!!!
Se me puso el corazón blandito. Muchas felicidades a tu hermano y un besote para ti.

PD: Esa cuadra si era grande!!!!!!!!

2:16 a.m.  
Blogger Curiosa said...

Creo que la nostalgia me hizo poner letras donde no eran jejeje
perdon los estas:
escasoz= escasos (se atraveso la zeta)
paña= papá (quise poner el acento jeje)
pedo= casi como peo en mexicano,pero no, es pegó
nostlagia=...nostalgia
:(

3:33 a.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

Gracias K@rol, me encanta compartir mis vivencias, y ver como les agradan mis cuentos a ustedes es muy estimulante.

HANNA. Yo creo que que todos tuvimos nuestra mejor cuadra del mundo, o nuestro mejor patio del mundo, o nuestro mejor terreno baldío del mundo, solo hay que buscar un poco en nuestra memoria y allí, de la nada aparecerá.

|_Bonny_| Muchas gracias por tus palabras tan bonitas. Aunque te confieso que yo solo echo mis cuentos, no creo que esto de para un libro, claro, por lo pronto me siento muy complacido cuando los que me leen escriben comentarios tan estimulantes como el tuyo.

ERIKA. Es increíble como nos parecemos Daniel y yo, jejeje. No podemos negar nuestro nexo.

JACQUELINE. Gracias, me encante que te estés reportando, pues andas desaparecidita. Si quieres que algo sea grande, muestraselo a un niño y dile que te diga de que tamaño es.

CURIOSA. Creo que en tu comentario solo dejaste salir tus emociones, por eso no vi ni uno de los errores que mencionas. Un abrazo.

11:01 a.m.  
Blogger Rita ♫ said...

Creo que todo está dicho en los comentarios anteriores... Como dicen algunos, Miguel, recordar es vivir. Imagino tu mezcla de sentimientos al escribir el post. Es mucho lo que transmites. Tu hermano debe haberlo disfrutado muchísimo, imagínate, si nosotros lo disfrutamos que será él si son recuerdos compartidos.
Con lo de la chicha ligadita con ajonjolí me llevastes a mis tiempos de niñez: frente a mi casa siempre pasaba un señor con su ligadito que a mí me parecía ¡lo máximo!
En fín (suspiros) le deseo un FELIZ CUMPLEAÑOS a tu hermano Mario. Créeme lo hicistes muy felíz con tu post.

2:19 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Miguel,
Siempre leo tu diario y me deleito con tus cuentos....pero este me fascinó...también soy caraqueña y vivi mi infancia en Chacaito...que en esos años también estaba llena de magia...gracias por despertar esos recuerdos maravillosos.
Un abrazo,
Ayu

2:44 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

No tengo mucha costumbre de leer tu blog, pero después de leer esta historia sobre tu cuadra tan bonita, siento realmente que me estoy perdiendo de poder leer todas esas cosas maravillosas que escribes! no me pierdo más esto Miguel! Te felicito y muchas felicidades a Mario también.
Cariños.

10:20 p.m.  
Blogger Mar said...

Joooooooooooooooooooo
Que foto más tierna!!! Me ha gustado mucho...
besets!

10:43 p.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

ALEJANDRA. la calle es la segunda casa. Me gusta esta idea. Gracias.

Gracias RITA, me encanta que te haya gustado este post, y gracias también por la felicitación a mi hermano. La ligadita, es la mejor.

Gracias Ayurami, como comenté en alguna línea de este post, tengo muchos de estos recuerdos muy vivos en mi mente.

MONGIOLINA, creo saber quien usa este particular nombre artístico. Bueno Mongio muchas gracias por tu comentario tan estimulante. Me siento muy orgullosos de saber que lees lo que escribo. Abur.

¿Viste Mar? Ya desde pequeño se veía lo apuesto que iba a ser de mayor.

6:58 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

uff, es impresionante como haces llegar con tus letras esos bellos recuerdos de esa Caracas que nunca jamas volvera.
Siempre leo tu blog, muy pocas veces comento, pero cuando lo hago es porque de verdad tus palabras me han hecho refleccionar sobre mis recuerdos de "mi cuadra", cosa que me ha dado mucho placer, despues de vivir muchos años fuera de Venezuela, uno tiende a apartar un poco los recuerdos de su casa.....
Grazie.

11:19 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Miguel lei tu comentario en mi blog... Lo publico y no se porque no aparece!

Gracias y no vayas a pensar que lo he rechazado, sigo tu blog hace mucho...

Saludos!

9:38 p.m.  
Blogger Erika. said...

Yo soy el anonimo del comentario anterior...

9:40 p.m.  
Blogger Catalina said...

Que bello este post! Yo tengo recuerdos asi de mi cuadra tambien! tambien me hiciste revivirlos. Gracias por este post!

8:59 a.m.  
Blogger La Hija de Zeus said...

Felicitaciones a tu hermano en su cumpleaños!
Pan de a locha.. por allí habrá mas de uno que no tendrá ni la más minima idea de lo que hablas..

un abrazo

2:57 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

por mi filisofia técnica no soy muy dado a la cibernetica, pero tu comentario sobre la cuadra donde vivimos merece un punto aparte. Quede sumamente emocionado por darme el regalo de revivir esa epoca tan linda que me lleno de nostalgia, gracias por la felicitación del honomastico e igualmente quiero agradecer a todos los asiduos a tu blog. que me felicitaron. Un gran abrazo de quien tambien te extraña. Mario Pinto

2:48 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Me emocioné cuando leí tu blog y vi el nombre de mi padre, Gustavo Manosalva, quien por muchos años fue el dueño de Gráficas Galipán, trajiste a mi memoria aquellos años maravillosos, que ya no volveran.
Te envio un saludo desde Detroit y felicitaciones a tu hermano.

9:01 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Bueno Tio que t puedo decir...Yo q estudio cerquita de esa cuadra nunk imagine q podia tener tantas cosas y lugares especiales.....t puedo decir q el colegio Santa Cecilia sigue siendo ttremendo colegio.... y todavaia esta la super Heladeria Gilda. Bueno sin nada mas q decir me despido...saludos a todos por alla....si dios quiere dntro d unos años cuando la situacion mejore me aparezco por alla....Saludos

1:23 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

pero que sabrosa se ve esa cuadra! honestamente que envidia! yo fui un carrizito de casa. aprendi a jugar solo y no salia mucho, asi que explorar mi cuadra creo que no fue lo mio.
yo me gradue en julio pasado de bachiller del colegio Nuestra Senora de Pompei y queria preguntarte donde habias estudiado? ya cuando la sede estaba en la Florida? o antes de eso?
muchos saludos y espero que las tapas tambien las hagas con tu hermano!

10:56 p.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

ERIKA. No te preocupes, me imagino que serán las cosas de Blogger. Muchas gracias por leerme.

CATY. Yo creo que todos tenemos alguna cuadra o algún sitio especial de nuestra niñez, que ya pasó, pero que aún permanece vivo en el recuerdo.

ZEUCITA. Gracias por los buenos deseos para mi hermano. Y es cierto, seguro que muchos no conocieron la locha y si las cosas siguen como van, ni siquiera conocerán el pan.

MARIO. La distancia impide que te haya regalado algo convencional en tu cumpleaños, por eso escribí este post. En él recuerdo muchas de las cosas que vivimos juntos en el día a día, de esa infancia bonita que tuvimos los dos. Aunque te digo aquí entre nos: La distancia no separa a los hemanos que se quieren.

RITA. Tu comentario me demuestra que la magia realmente existe. Para mí es muy emocionante, que tú, estando en Detroit, hayas descubierto este post y que además, te hayas emocionado por lo que escribí acerca de tu papá.

Tu papá fue para mi un gran estímulo de mi amor por las artes gráficas y sus Gráficas Galipán un templo. Recibe un gran saludo y la reiteración de mis respetos por el buen hombre que fue tu padre, el Señor Gustavo Manosalva.

GIANNI. Querido sobrino. Cuando las cosas se ven con los ojos de la percepción, se ven tal cual son: Infinitas. Tal vez ahora no entiendas esto, pero es posible que más adelante, cuando le consigas sentido te sirva de algo. A mi aún me funciona, es como una receta mágica y te confieso, me ha servido de mucho para ser feliz, como quiero que lo seas tú, recuerda que nuestro legado te ha sido entregado y tú, después de tantos años aún permaneces aprovechándote de las grandes cosas que te puede ofrecer la "mejor cuadra del mundo".

Si hay algo que sueño es que algún día nos des la gran sorpresa de visitarnos y te quedes con nosotros por una temporada.

GERARDO. Seguro que tú también recordarás con mucha alegría tus espacios infantiles. Yo estudié en el Colegio Nuestra Señora de Pompei, ya en la Florida, en aquella época se estaba construyendo la iglesia. Muchas gracias por tus buenos deseos.

11:46 p.m.  
Blogger DovMD said...

Hermano, tremendo relato.

Todo un honor poder entrar en ese cuarto tan lleno de recuerdos! Gracias por compartirlo...

Ademas de que me despeja la duda sobre la foto que usas de icon también, jejeje

Un gran abrazo,

4:18 p.m.  
Blogger Lita24 said...

Hola Miguel! Un poco tarde descubri este post, pero estuvo excelente, me lo pude imaginar todo, que lindos tiempos aquellos. Que impresionante que la hija del Sr. Manosalva te haya encontrado, asi como los comentarios de RomRod y Malefica!
Ahora en esta ciudad todos vivimos como desconocidos a pesar quee estamos en la misma cuadra.

Me encanto tu relato, vaya memoria la tuya!

3:50 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

El pande a locha!!!!
la chicha!!!
el azúcar candyyyyyyyyy
los talleres Sapene!!!!
Los helados Efe!!!!

O sea!!!!
Se me dispararon todos los recuerdos y las nostalgias (isertar aquí la, para mi desconocida, onomatopeya de un suspirotototote)

300 besotes más!!!!

Azul, la anónima por la gracia de tu blog =oD

http://azules.blogspot.com

4:13 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Ay! Miguel, tú y tus geniales historias, que buena memoria, que detalles... lo mejor para, tí y tu hermano...

Besos

6:32 a.m.  
Blogger Melvin Luzardo said...

Genial relato lleno de magia Miguel, hasta los que no somos de Caracas nos enganchamos con este tremendo recuerdo tuyo.

5:02 a.m.  
Blogger Mermando said...

Que curioso... la Sra. Bencid Scott en cuestión es mi Tía Abuela, Esposa del Sr. Bencid, Tio Abuelo Mío. Saludos!

8:49 p.m.  
Blogger Unknown said...

Tienes mas fotos de Viento a Muerto?

12:14 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Wow, buscando información del colegio Santa Cecilia me encontré con este post. Bueno la verdad es que mi objetivo principal era buscar una dirección donde pueda encontrar algo respecto al colegio, pero al leer (TODO) tu comentario sentí una nostalgia infinita pues hace casi 20 años no paso por esas cuadras, yo viví de viento a curamichate en un edificio que se llamaba (o llama) Elizabeth y al frente quedaba la panadería que vendía unos cachitos hmmmm deliciosos. No sé si recuerdas que la Gilda también era pastelería (aún existirá?) en fin... Ahhhh la doña Josefina Scott de Bencid que me hizo firmar el libro de vida no sé cuántas veces. Mi hermano nació en la clínica David Lobo y este año cumple 28 años. Hey! gracias por tan bonito escrito. Esa foto que acompaña el post es exactamente dónde?.
Saludos mil

8:06 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

yo estudie en santa rosalia, del año 1980 hasta el 85, me gradue de bachiller, con el profesor rivas de director.

vivia de sordo a gobernador, edificio maria isabel, hasta 1.993 vivi en caracas.

fui en 1.997 pero la zona esta bastante cambiada

gracias por el escrito, catira me lo hizo llegar, yo no firme el libro de vida, por que no me jubilaba de clases, a excepcion de que hubiese juego de pelotica de goma en la concordia o de pared en casa de joel.

saludos

saludos

9:16 a.m.  
Blogger KT said...

yo estudie en el santa rosalia :D la promocion del 2005 jajaja que emocion leer como era toda esa zona en esa epoca al parecer era bellicimo todo, ahora no!, solo encuentras gente de mal aspecto con la sensacion q te robaran y burderles por donde quieras que te metas, un mercal, varios sitios de loteria, y panaderias que huelen terrible!, ni hablar del aspecto de los edificios y colegios, aun siguen las casa antiguas desboronandose poco a poco, un centro de conexciones CANTV, las miles de peleas en la calle por los alumnos de los diferentes colegios que estan cerca uno del otro. Pero para hablarte del Santa Rosalia obviamente no es lo mismo, parece una mini carcel, rejas por todas partes, la iglesia cayendose poqito a poqito y los terribles salones con mega ventiladores por el calor agobiador que da a la mitad de la tarde!.... jajajaaj recuerdos....

saludos, Kare (=

5:01 a.m.  
Blogger Koalita. said...

Hola,. yo tambien estudie todo mi preescolar, básica y bachillerato en el santa rosalia!! el mejor cole del mundo, ahora soy ingeniero agronomo de la mejor universidad del mundo!! UCV!! que bellos recuerdos tienes!! pero ya no es lo mismo!! que mal!! recordar es vivir!! Saludos, Claudia!

5:16 a.m.  
Blogger Hatriz said...

Hola ... Me paso algo igual a lo que comento otra persona, entre buscando informacion sobre el colegio que fue mi casa desde 4to grado hasta 5to año de bachillerato (Promocion Ciencias 1986). Los recuerdos se movieron todos en mi mente recorde nuestra gran travesura de ir a la heladeria la Gilda o a casa de la amiga Berenice que vivia muy cerca.Para mi el Colegio Santa Cecilia es junto con todas la cosas que nombrastes, la Sra Bencid un pilar fundamental para todas las que pasamos por su manos al igual que la inolvidable Carmen Trinidad. Los alborotos cuando recibiamos la visita de los estudiantes del colegio Fray Luis de Leon vecino de espalda jajaja
Te felicito por tu increible relato me remontastes de una manera increible. Gracias por el viaje

4:29 a.m.  
Blogger Unknown said...

Buscando Viejos recuerdos encontre esta Maravillosa Pagina, Donde estaran Mis Viejos Amigos, Guillermo, Hector, Jairo, Marianela, Marlene, Gricel, Elvis, Carlos Gil, Memin, etc.etc.

yo estudie en El Colegio Santa Rosalia, Vive muchas Experiencias en ese colegio del año 1978 hasta el 1983 me gradue de bachiller, con el Profesor Rivas de director, Hombre de Admirar y Respetar. Muchos consejos que me dio.

Que sera de ellos, De Musculitos, Periquito, Blanca, La teacher Mery,
He pasado por ahi y me da mucho dolor como se ha acabado todo, como lo menciona otro amigo El Colegio parece una Carcel y la zona esta bastante cambiada

gracias por el escrito, me Trajo Muchos Recuerdos Hermosos de mis mejores tiempos,Igualmente me la pasaba Jugando mucho en el coliseo (Pelotica de Pared) casa de joel quien tenia dos hermanas muy lindas, ho pelotica de goma en la concordia y en la Plaza de la Iglesis.

La Panaderia en la Esquina, Mi Amigo Chaply, Me acuerdo la ves que se desaparecieros todos los cholates y bombonesde La vitrina.


saludos

Franklin Chacon
fchaco28@hotmail.com

8:06 p.m.  
Blogger Pepito Grillo said...

Hola,

la verdad es que me has hecho retroceder gratamente en el tiempo. Yo nací en Caracas en 1970 y viví en el edificio de la esquina Peláez, donde estaba la panadería Villafranca y uno de cuyos socios era mi padre, hasta el año 1984, en que me vine para España. Ya que has mencionado algunos comercios y lugares (y ahora nos resulta todo tan entrañable) puedo yo también añadir algunos nombres de aquel lugar tan especial en el recuerdo. Ya que has mencionado el chichero de esta esquina, yo también quiero recordarlo, pues lo tenía allí todos los días nada más asomarme a la ventana. Estudié en el colegio público Simón Bolivar (¿qué será de mis compañeros Gollo, Estupiñán, Edith, etc. etc.) y después estudié en el colegio Santa Rosalía. Por cierto, allí me llamaban "cariñosamente" cabubi, haciendo alusión al camello de los dibujos animados de Chazán. Por supuesto, estudié con "el Musculito", el directo Rivas, el profesor Rueda, y tantos otros que ahora ya no recuerdo pero que me dejaron gratos recuerdos. Fuí monaguillo de la Iglesia San Agustín, en las Fuerzas Armadas y también tengo unos hermosísimos e imborrables recuerdos del Hermano Julián, Hermano Amadeo, Padre Luis, Padre Miguel, Padre Santa Daría, Padre Satrústegui, y de otros monaguillos compañeros como Francesco, Gino, De la Fuente, etc.
No creo equivocarme si afirmo que los golfeados, semitas, cachitos y panes de a medio o a real que hacían en la panadería de mi padre eran de lo mejor que he probado nunca. Por no decir del pan de jamón en diciembre. Aquella esquina olía a pan de jamón durante la navidad. Yo vivía en el cuarto piso y me pasé media infancia con los pies colgando entre los barrotes viendo "la yente", como decía yo de muy niño. Recuerdo perfectamente el supermercado el Nervión, el taller de coches, o mejor dicho, de carros con el gran letrero de firestone, al lado había un bar restaurante, y la ferretería de la esquina con la publicidad de pinturas Montana. Por la otra acera, junto a la Panadería, otra ferretería, si mal no recuerdo, el supermercado El Araguaney, en frente el bar La Barraca...
Recuerdo los domingos llenos de personas llenando el boleto del cinco y seis (los caballos).
Y un poco a lo loco recuerdo otros diversos lugares de aquella zona aunque los nombro de forma desordenada: la farmacia de Marcano, el supermercado Oporto, la carnicería de Renzo, el liceo Santa Cecilia, la panadería Gobernador, el Gallegos, la fábrica de helados EFE, etc.
La verdad es que me fui de allí en el año 1984 y no he vuelto. No puedo ni imaginar cómo será este lugar hoy en día, pero sé que probablemente quedará poco de lo que fue en su día, la mejor cuadra del mundo.
Me ha encantado la fotografía, ojalá pudiera ver otras de la misma zona.

Un abrazo,

Lorenzo Gorrín (gorrinlorenzo@yahoo.com)

8:40 p.m.  
Blogger ojordo said...

wao amigo..buscando algo del colegio santa cecilia me he conseguido con tu blog. Soy el hijo de el sr Luis que tenia la cantina del colegio Sta cecilia. que grandes recuerdos. Mil Gracias

12:07 a.m.  
Blogger ojordo said...

wao amigo..buscando algo del colegio santa cecilia me he conseguido con tu blog. Soy el hijo de el sr Luis que tenia la cantina del colegio Sta cecilia. que grandes recuerdos. Mil Gracias

12:07 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

bueno pues es que es una demostraccion inigualable de esa esquina magica, yo vivi eentre el año de 1982 e 1989 tenia yo 8 años en 82 e puedo decir que la magia aun existia, entretanto mis padres como eran emigrantes portugueses volvieron y hasta el dio de hoy recuerdo con "saudade" esa esquina memorable

3:25 a.m.  
Blogger mpilar said...

hola Miguel, creia que era solo yo la morriñosa que emla paso viajando mentalmente.
Llegué en el barco Begoña a la Guaira el 10 de febrero del 60 procedente de Galicia.
Víví en la Nueva Granada, trabajé desde jovencita en la librería Izarra, y le expedíamos artículos a la Gran Colombia, y a otros colegios como Las Acacias el Betania...Estudiaba en nocturno en la Academia Hispano-Venezolana esquina de Peinero. Tambien trabajé en el Edificio La Francia esquina Las Monjas. La zona que mecionas me acuerdo de muchas cosas porque teneía una amiga frente al teatro Nacional en la cerrajería Caracas. Me casé en la iglesia de San Pedro y tuve a mis hijos en el Instituto Diagnóstico de San Bernardino. Me vine a vivir a Granada en el 84 y he ido alguna vez, menos de las que quisiera, porque me falta la alegría de subir en excursión al Avila. Un abrazote, y gracias por tan expresivo comentario.

12:53 a.m.  
Blogger FBR said...

Hola, tengo una página sobre el casco central de la Parroquia Santa Rosalía y buscando información por casualidad caí en este blog. Te felicito por ese relato es una magnifica descripción de la cuadra, aunque tengo 24 años y vivo en Peláez algunas de estas cosas aún se conservan, creo que es algo que ocurre solo en algunos lugares del centro de Caracas.

En mi cuadra ya no existe la Farmacia Marcano, la Carnicería de Renzo pasó a manos de otras personas hace unos años, el Oporto no existe, Tomás el chichero fue reemplazado, Braulio sigue con su ferreteria Gran colombia, al igual que Pepino el barbero con sus gatos y perros, el estacionamiento del señor Narcizo ahora lo administra su hijo y así podría seguir con muchos otros personajes de esta cuadra.

El Santa Cecilia y el Fray Luis siguen siendo buenos colegios, la Loblan muy bien conservada, la Vizcaina se mantiene como la única pescadería de la zona, la EFE sigue con sus carritos en el mismo lugar, el Gallegos y la Gilda son buenos aunque no como antes según cuentan mis padres.

Saludos.

10:21 p.m.  
Blogger gerlys.esparragoza said...

Hola miguel, me encanto tu historia, y aunque no vivi en esa epoca, si estudie en el Colegio Santa Cecilia para el año 2001-2003, y curiosamente aun estaba de directora la Sra. Bencid, ya bastante mayor pero recta a la hora de aplicar un castigo a las estudiantes.....
Gracias`por tu escrito, en verdad me hizo recordar esos buenos años en el colegio

11:31 p.m.  
Blogger Luis J. Teneúd said...

Saludos desde Peláez, efectivamente la Gilda, La Vizcaína y la EFE aun existen, lamentablemente la belleza de la zona ha ido desapareciendo, voy saliendo asi que escribire luego saludos

12:00 p.m.  
Blogger Luis J. Teneúd said...

Antes de irme, Lorenzo mi mamá te manda saludos, aunque yo no te conozco ella dice recordar con mucho aprecio tanto a ti como a tu hermano y a tus padres (a quienes si recuerdo), saludos desde el piso 1 del Pelaez

12:11 p.m.  
Blogger Eva Rosa Briceño Pacheco said...


Buscando y buscando información sobre un colegio de monjas que estaba entre las esquinas de Sordo a Paláez, por allá por el año 1947 (lo cual aún no ubico) encontré este Blog tan cálido. Me gusta la historia familiar, los recuerdos de infancia, porque hacen al adulto y enriquecen la esencia de lo particular. Gracias por este paseo tan hermoso, donde se percibe la presencia de buenos habitantes de mi ciudad natal. Saludos

12:55 p.m.  
Blogger Gera said...

Que tal amigo mi nombre es Gerardo Gonzalez , leí con mucha atención su relato sobre el sitio donde se crio usted , recuerdo con mucha precisión todos los sitios y personas que nombra aqui ya que yo naci y me crie entre las esquinas de Pájaro a Curamichate y de niño acostumbraba a pasear mucho por esta esquinas de Muerto, Viento ,Pinto, Pelaes, Sordo, Gobernador Zamuro Velázquez , Santa Rosalía en fin esas esquinas eran mi parque de juegos quizás en algún momento de aquellos nos conocimos ya que tenia muchos amiguitos por esos lados , ya de adolecente conseguí trabajo en una encuadernación en toda la esquina de Curamichate y fueron muchas las veces que baje para estos sitios a comprar gasolina blanca en la pequeña bomba se servicio que estaba frente al destacamento de los fiscales de transito ya de subida de comprar la gasolina siempre me paraba a comprar y beberme una exquisita chicha con ajonjolí de este ya desaparecido chichero tan jocoso y jovial corría ya 1978 y que recuerdo muy bien , también conocí muy bien a los dueños de la pastelería Gilda ya que estos vivían en el mismo edificio donde yo vivía, también recuerdo al señor José de la bodega al lado de la joyería, al señor José su esposa y su hijo con el cual me crie vivían en el apartamento del al lado al mío los estuve tratando hasta que yo cumplí los 16 años después les perdí la pista , fueron muchos los años y momentos que pace hay y su gran relato me alboroto todos estos recuerdos de sitios y personajes , Saludos amigo

11:27 p.m.  
Blogger María F Sigillo said...

Hola !!! Miguel he publicado la imagen y el relato en mi grupo de Caracas vieja en facebook, que se llama Caracas en retrospectiva, este es link , me gustaría que pudieras leer los mensajes. Un abrazo y gracias por manifestar esos recuerdos y compartir una imagen tan bella, que contribuye con la memoria de una ciudad cada día más lejana a esos tiempos. Grazie !!!

https://www.facebook.com/19122052210/photos/a.10150372838847211.366520.19122052210/10152483543782211/?type=1&comment_id=10152484861737211&offset=0&total_comments=40&notif_t=photo_comment

4:59 p.m.  
Blogger Carlos Eduardo Ferrero Larralde said...

Amigo Pinto, al tiempo de sus aventuras (1967) yo tenía 30 años, vivía en el Hotel Lincoln, de Hospital a Miracielos, propiedad de Doña Alix y Don Chepe, dos colombianos que llevo en mi corazón. En ese entonces vivía yo solo con mi hijo de cuatro años que mi esposa enferma me había dejado al separarnos y Doña Alix se ocupaba de cuidarlo mientras yo trabajaba en la Banque Francaise et Italienne pour L'Amerique de Sud en el cruce de la Avenida Urdaneta y Fuerzas Armada. Yo nací en la vieja Clínica Córdoba, fundada en 1932, pero como mi padre era un ingeniero civil andino, de San Cristóbal, y me habían bautizado allá, cuando niño decía que había nacido en San Cristóbal. Algunos de mis familiares caraqueños no querían a mi padre y yo en cambio lo quería como se quieren a los padres cariñosos y responsables. Los recuerdos más felices de mi infancia transcurrieron en Caracas. Asistí al Instituto Escuela La Florida, cuando su sede estaba donde hoy está la Basílica de la Chiquinquirá y donde había estado hace muchos años el Club La Florida. También asistí al Colegio La Salle La Colina. La vida luego me llevó a vivir lejos de Venezuela en varias ocasiones, pero siempre tuve en mi mente el perfil del Ávila, que mi madre, caraqueña orgullosa, adoraba. Ahora vivo en Italia y todas estas cosas que describes me traen recuerdos de un pasado que parece imaginado por un poeta romántico como Pérez Bonalde. Tengo un cuestionario para los que me dicen con vanidad "Soy venezolano y quiero a mi patria". Les pregunto: ¿Conoces a Venezuela? ¡Si, claro que la conozco! Entonces les pregunto "¿Dónde está la Cruz de Tara Tara?", "¿Por qué se paraban todos esos camiones en el puente sobre el Rio Masparro?" "¿Que hay en la confluencia del Carrao y el Caroní?" "¿Dónde en Venezuela se puede pescar un valentón y que clase de pez es?" "¿Dónde queda el pueblo de las Dantas o de La Florida?" "¿Qué compañía tenía un Hato llamado Los Cocos entre el Arauca y el Caño Matiyure?" "¿Quién era el propietario de la RANSA, que sacaba carne desde el aeropuerto del Piñal para Puerto Cabello y que aviones usaba?" "¿Desde que punto en la Sierra de Coro se puede ver tanto el Caribe como las planicies de Lara y los Llanos?" "¿Cómo se llamaban los indios que vivían cerca del Caserío de las Matas en Apure que cada vez que se perdía una res los culpaban del robo, los mandaban a barrer el pueblo mientras los "racionales" violaban a sus mujeres?" "¿Cuál es el parque nacional en la vía hacia Altagracia de Orituco que dió origen a una leyenda sobre una herencia fabulosa?" "¿Cómo se llamaba el hotel construido en las alturas de una colina cerca de Ciudad Bolívar que tenía una vista maravillosa del Orinoco?" "¿En que pueblo fronterizo sobre un rio había (o hay) un puesto de la marina venezolana?". "¿Cerca de que pueblo de la Cordillera de la Costa existió una de las primeras plantas hidroeléctricas venezolanas?" Ciertamente no conocí a toda mi patria como hubiera querido, pero muchos a quienes les hice esas preguntas no supieron contestarme ni tres.

5:24 p.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

Hola María F. Sigillo.

Muchas gracias por publicar en tu grupo de FB, Caracas en Retrospectiva, mi sencillo tributo a la ciudad que cada día perdemos más. He estado leyendo los comentarios, me han resultado muy inspiradores, es muy interesante conocer la percepción de otras personas y coincidir en no resignarnos a perder ese maravilloso lugar en el que nacimos, crecimos y disfrutamos al máximo. Seguiré leyendo con atención las respuestas.

Reiterándote el agradecimiento por tomar en cuenta mi post y darle así un segundo aire.

Un forte abbraccio...

10:16 p.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

Muchas gracias Sr. Gerardo González, por su amena y nutrida respuesta. Agradezco el que ma haga saber que mi post pudo traerle a colación recuerdos agradables.

12:15 a.m.  
Blogger savonaroladee said...

Te felicito por tu crónica, yo pdría contar algo parecido de mi niñez en Las Palmas aunque aquella era una zona residencial de quintas y edificios y no de comercios y talleres. Pero lo que quiero destacar es que ningún niño de hoy puede disrutar de las vivencias que experimentamos nosotros porque simplemente son prisioners encerrados entre cuaro paredes... Claro, tienen Internet, pero no pueden experimentar nada en vivo. Saludos.

6:47 a.m.  
Blogger Unknown said...

Realmente me encant+o tu reflexión y tu artículo Miguel, Yo me llamo Karina, tengo 17 años y recién me gradué este año de bachiller en el Colegio Santa Cecilia, realmente todo esta sumamente igual allí, la sra Josefina Scott de Bencid lúcida y muy alegre, al igual que todos los que estan allí, el señor Segundo, Miguelina, Margott, Mercedes y muchos más, esa cuadra ha cambiado un poco con los años pero aún el Restaurant Gallegos, la pescadería Vizcaina, la farmacia, y todo eso se mantiene, dejame decirte que me alegra posarme con este artículo y que podamos compartir nuestras opiniones por este medio, viviste en la mejor cuadra de todas.

Un abrazo.

Caracas 15.09.2014

5:02 p.m.  
Blogger edgar said...

hola buenas noches Sr Miguel de ante mano muchas gracias por contarnos su historia como se lee en uno de los comentarios llenos de nostalgia. yo aun vivo por estas esquinas me crié aquí y si han cambiado muchísimo pero aun conservan esa mística y esta llena de iconos el liceo Sta Cecilia esta allí, los galpones de la heladería EFE aun están operando, el restaurante muy famoso por su paella gallegos aun sigue allí, el abastos del señor Juvenal sigue allí atendido por el mismo, la farmacia del Viento aun sigue allí, el colegio Sta Rosalia también sigue allí... y yo aun sigo pensando que estas son las mejores cuadras de Caracas tengo todo a la mano me desenvuelvo por aquí mismo hasta la diligencia mas pequeña la resuelves por aquí... a pesar de como la anarquía y muchos otros factores se apoderaron de la ciudad y del país por aquí la gente sigue siendo la misma siempre amable y sobre todo los que nos conocemos de años nos ayudamos mucho....

8:15 a.m.  
Blogger Unknown said...

Yo también viví en la mejor cuadra de Caracas, cerca de la tuya, de hoyo a santa Rosalía, estudié en el Santa Rosalía, patinaba en la plaza la concordia, iba al cine cipreses y recorrí esas calles, que buenas cuadras, las mejores!! Gracias por tan hermosa descripción, un saludo afectuoso a mi bella Caracas y a todos los venezolanos en el mundo, bendiciones!!

12:22 a.m.  
Blogger Laura Ramìrez Figueroa said...

Hola! Acabo de leer tu artículo "La mejor cuadra", la encontré buscando información sobre muy antiguos colegios de Caracas; el caso es que me gustaría publicarlo en Facebook como un regalo para mis hijas, quienes estudiaron en el "Santa Cecilia", ya que creo que también a ellas tus referencias le traerán algunos recuerdos. Como fue su colegio desde la primaria hasta el bachillerato debería haber cierta relación con tus recuerdos (mediados de los 70 y los 80). No veo enlaces con Facebook, no sé si habrá otra forma de compartir. Gracias y saludos.

6:26 a.m.  
Blogger Vendo y Alquilo Propiedades +58 4123605721 said...

te informo ,,me hiciste llorar..asi era donde vivía en Caricuao..la diferencia era puro vecino...ÉXITOS Y BENDICIONES...que corazón tan maravilloso eres...siguenos@venezuela772

7:58 p.m.  
Blogger Lulu Sarshalom said...

Hola! Me encontre tu blog por casualidad. Mis padres vivieron de Sordo a Gobernador cuando llegaron de España. Mi mama se acuerda de ustedes y de tu hermana, QEPD, y nuestros vecinos y lugares que visitamos son los mismos. Cuantos recuerdos! Gracias!

11:53 p.m.  
Blogger Toti said...

Saludos, escribiste esto en 2007, lo leo en 2017, jeje solo un poco después, muchos recuerdos, soy de El Conde, pero estudie en la Escuela Federal Luis Razetti, inicie bachillerato en el liceo José de Oviedo Ibañez (antiguo colegio Santa María de los Fuenmayor), termine en el Liceo Independencia en 1977 (Esq. El Viento), mi hermana estudio en el Colegio Nuestra Señora del Pilar (Frente al colegio Santa Rosalía), la zona ciertamente era bien diversa, hasta una novia tuve del Colegio Santa Cecilia, el Futbolín lo visitaba con frecuencia y hasta monaguillo fui en Colegio Fray Luis de León, todos estos institutos por allí mismo.
Un viaje al pasado placentero. Que afortunados los que disfrutamos esa Caracas.

10:49 p.m.  
Blogger Unknown said...

Gracias Miguel. En épocas diferentes, pero también hemos compartido esas calles, esquinas y cuadras. La farmacia el viento cerro en 1990, la escuela luis razetti, sigue pero ahora enclavada en un conjunto residencial, helados EFE pasó a la esquina de pinto. A veces me he sentido como bicho raro por recordar todo esto con tanta nostalgia. Gracias Miguel.

5:51 a.m.  
Blogger Ritaly said...

hola amigo... PINTO , Verdaderamente que hermosa descripción:llore; usted me ha trasladado a mi niñez y adolescencia;y tal vez recuerde mi zona; todo lo que describe me pertenece; y quizás de niños nos tropezamos. mi dirección era de cristo a viento nº 71 , una emblemática casa antigua de 5 patios y 8 cuartos llenas de fantasmas, hoy se encuentra un edificio de viviendas.No tengo palabras ; mis hermanas y yo estudiamos en el santa cecilia;en fin gracias de verdad lo felicito ; perdone la puntuacion y la ortografia;el teclado esta malisimo lo voy agregar a mi blog ::gracias totales

4:04 a.m.  
Blogger Ritaly said...

amigo pinto como te agrego a mi blog ayudame; gracias

4:15 a.m.  
Blogger Miguel Pinto said...

Hola Rita (creo que te llamas así),

Lo primero es disculparme por responder con tanto retraso.

Te agradezco mucho tu comentario tan bonito y un poco nostálgico, por no tener todo aquello tan bueno que gozamos en nuestras épocas de niños, tanto tú como yo (si me permites que te tutee). Me alegra mucho que mi modesto cuento haya refrescado recuerdos tan importantes en tu memoria.

Imaginate tú, de Cristo a Viento era una de mis cuadras más visitada por mi en aquellos años, allí tenía un montón de amigos y muy posiblemente nos hayamos tropezado por esa zona. Recuerdo aquella famosa arepera que estaba en la esquina de Cristo, que era simplemente maravillosa, donde comí millones de veces.

Me imagino tu casa y digo: ¡Que cosas tan maravillosas llegamos a tener los habitantes de aquella Caracas que hoy no es la misma! Una casa colonial, ya es una cosa indescriptible, y la tuya con tantos espacios, habitaciones y como dices tú, llenas de fantasmas, tuvo que haber sido algo inimaginable y estupendo. Lástima que ahora es otra cosa.

Mi hermana también estudió en el Santa Cecilia y como comenté en el post, vivíamos exactamente al frente.

amigo pinto como te agrego a mi blog ayudame; gracias

Con respecto a tu pregunta de como agregarme a tu blog, te comento que no interpreto lo que deseas.

12:26 p.m.  
Blogger Unknown said...

Yo estudie en el colegio santa rosalia,en los años 68y69 y recuerdo al padre porras,su hermano que era maestro de tercer grado y al director de apellido moreno .Los maestros decían: viene el profesor moreno que quita lo malo y pone lo bueno.

8:26 p.m.  
Blogger Enrique Gonzalez said...

Hola, viví en el edificio Maracay y mis padres fueron los dueños de la Pescadería Vizcaína y efectivamente eran asturianos.

1:52 p.m.  

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